¿Eres capaz de encontrar la equivocación?
La manera más eficaz de engañar a nuestro cerebro es poniéndole justo delante de nuestros ojos lo que no queremos que vea. Puede parecer una afirmación absurda, pero créanlo, es totalmente cierta.
Sin ir más lejos, los magos y prestidigitadores utilizan este principio para llevar a cabo sus trucos. Un poco de obviedad por aquí más otro poco de picardía por allá, da lugar a que no nos enteremos de qué está pasando y nos creamos todo lo que ven nuestros ojos.