El exceso de alcohol: las fases de la ebriedad

 
El exceso de alcohol: las fases de la ebriedad

El alcohol es una de las drogas más consumidas en nuestra sociedad. De hecho, muchas personas acompañan sus actividades cotidianas y sociales con un poco de alcohol.

La mayoría de personas ha experimentado los efectos del alcohol en el organismo. Pero ¿Sabes realmente cuáles son los efectos que provoca el alcohol?

Los efectos a corto plazo del consumo de alcohol varían según las personas y las cantidades ingeridas. Hay que tener en cuenta varios factores como:

  • La edad del individuo, ya que los menores de edad, al estar en un proceso de desarrollo físico y hormonal, son más susceptibles de una intoxicación.
  • El peso (a menor peso menor tolerancia)
  • El sexo (las mujeres toleran menor cantidad de etanol en su organismo)
  • Si el estómago esta lleno o no
  • Si se bebe de forma rápida o pausada (mientras más lento mas dificulta la intoxicación).

Los efectos del alcohol van a depender de la cantidad de etanol que se encuentre en la sangre, produciendo los siguientes estados:

1. Concentración en sangre: menos de 0,3 g/l.
Estado de sobriedad:
Efectos: tiene una conducta aparentemente normal y no se observan síntomas de un consumo de alcohol, únicamente serían detectables con pruebas específicas o análisis clínicos.

2. Concentración en sangre: entre 0,3 y 0,5 g/l.
Estado de euforia:

Efectos: ligera euforia, aumento de la sociabilidad, se relaciona más con las personas, aumento de la autoestima y disminuye la inhibición social. La capacidad de atención, la de enjuiciamiento y el control disminuyen. Se produce bajo rendimiento en los tests.

 

3. Concentración en sangre: de 0,5 a 1 g/l.
Estado de excitación:

Todos los efectos que aparecen son negativos y afectan considerablemente a la persona: (pasan de las risas al llanto), disminución de las inhibiciones (posibilidad de hacer cosas sin sentido), disminución de la atención (estar en otro mundo, estar ido), pérdida del juicio crítico, alteración de la memoria y de la comprensión (lagunas de memoria), menor respuesta a los estímulos sensoriales, baja capacidad de reacción (peligro al conducir), ligera descoordinación muscular (movimientos incontrolables al andar) e inestabilidad emocional.

4. Concentración en sangre: de 1 a 2 g/l.
Estado de confusión:

Efectos: se produce desorientación y confusión mental, mareos, alteraciones en la percepción del color, de las formas y del movimiento. Disminución del umbral del dolor y exageración en la manifestación de los sentimientos (tanto de cariño, como violentos), alteración del equilibrio (marcha insegura), descoordinación muscular y habla pastosa.

5. Concentración en sangre: de 2 a 3 g/l.
Estado de estupor:

Efectos: apatía (no tener ganas de nada), inercia (dejarse llevar), incapacidad y descoordinación muscular (movimientos muy lentos y descoordinados), incapacidad de caminar y permanecer de pie, vómitos e incontinencia esfinteriana, estado alterado de la consciencia, sueño y estupor (no saber dónde se encuentra).

6. Concentración en sangre: de 3 a 5 g/l.
Estado de coma:

Efectos: se produce una inconsciencia completa, estado anestésico y coma, incontinencia de orina y heces, depresión y abolición de los reflejos (sin reflejos o muy afectados), hipotermia (bajada de temperatura corporal), problemas en la respiración y en la circulación.

7. Por encima de 5 g/l. Se puede producir la muerte por parálisis respiratoria
Estado de muerte:

A partir de las manifestaciones conductuales que observamos en las fases podemos deducir que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central. Sin embargo durante las primeras fases la conducta manifiesta es la euforia, lo cual normalmente es lo buscado, pero en grandes cantidades se produce el efecto contrario.

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