7 Señales de que has encontrado a la mujer indicada
A veces para casarse felizmente, la gente -tanto hombres como mujeres- espera durante años. Algunos se apresuran demasiado y se equivocan, y otros, en cambio, esperan hasta que el tema del casamiento deje de ser tan actual y también se equivocan.
Lo único que se requiere es saber aprovechar este momento que determina toda tu vida.
Las ideas de este artículo aplican para todo el mundo, sin importar el género.
Regla № 1. Todo empezó quién sabe cuándo y quién sabe cómo. De inmediato.
Hace un segundo no sentías nada pero de pronto sucedió. Una mirada, una vuelta de cabeza, y ya le apuntaste todas tus armas y la tienes en la mira, no puedes desviar tu mirada a pesar de lo que sea que esté sucediendo en el mundo exterior. Tus amigos pueden estar diciéndote algo importante, pero su imagen está ante tus ojos como la noticia urgente de última hora.
No puedes olvidarla incluso estando en casa, solo. Esperas algo de esa mujer pero entiendes que no es un simple deseo de poseerla, ¡no! Definitivamente es algo más.
Dicen que ni siquiera es cuestión de feromonas, se trata de sentimiento, como si la llave hubiera entrado en la chapa tal cual; y las comodidades en la cama no tienen nada que ver, sus perfiles interiores coinciden, esto queda claro sin siquiera pensar en la cama.
Al final de cuentas, en una mujer te motiva no el hecho de cómo luce o cómo se comporta, sino aquella perspectiva que de pronto surge ante tus ojos y promete placer eterno. Te intriga cómo luciría a tu lado, a solas, en la intimidad, quieres asombrarla.
Quieres ser un fenómeno natural para ella, un torbellono, un tornado, una tormenta de arena, algo que ella no pueda resistir.
Regla № 2. Jamás te cansas de ella.
Una esposa no solo es una amante, en primer lugar es la persona con la que eres compatible 24 horas al día. Estés sano o resfriado, estés bien vestido o andes por la casa en calzones y chanclas, estés inspirado o aburrido, tu esposa te acepta tal y como eres.
En una cita puedes estar con tu pareja durante 6, 7, 8 horas seguidas y aún así no quieres dejarla, aunque con otras personas incluso después de una cita apasionada querías decir adiós y estar solo. Si no quieres separarte de tu pareja no es una señal de que estás esperando algo más de ella, sino la señal principal de que podrás compartir con ella una casa.
Regla № 3. No te sofoca y no te domina. No hace tal cosa con nadie, no es su estilo.
Te da libertad, y lo entiendes a partir de los primeros segundos de conocerla. Es decir, sin importar su edad, ya es tan madura que no se te pega solo porque sí. Para ella no eres una cartera medida por su contenido, eres otra persona a la cual se tiene que tratar con respeto. Si una persona respeta a otra, es lo máximo. En una relación el respeto lo es todo. Es la base.
Si en medio de una conversación de pronto cambia el tono apacible y empieza a gritarle al mesero exigiendo «un mantel limpio», debes saber que te tratará igual en cuanto encuentre algo en ti que no le guste. Pero no eres un mesero, no podrás irte. Es muy pronto hablar del matrimonio en este caso, su carácter revelará su esencia en las primeras horas. Pero dale las gracias la Universo porque te dio la oportunidad de conocerla bien.
Una mujer realmente inteligente y madura jamás empezará a insistir en lo suyo o intentar cambiarte desde luego. Tampoco eres tan idiota para empezar a formular tus principios en las primeras frases, ¿cierto?
Simplemente sientes que ocupas un lugar especial en su vida, y esto es genial.
Regla № 4. Cada día ves sus nuevas facetas, lo cual te emociona.
No necesariamente tiene que hacer todo tipo de deporte, escribir poemas o modelar para asombrarte, pero por algunos motivos incomprensibles, cada día que pasa se manifiesta de tal forma que entiendes: ella es inmensa.
Con ella no solo no te aburres, ha cultivado en su interior un jardín hermoso donde siempre eres bienvenido. El jardín abre sus puertas para ti, entras ahí un poco enloquecido por sus aromas y caminas por ahí hasta que te canses.
Regla № 5. Se fusionó contigo voluntariamente siendo una persona completa y diferente, y la aceptaste porque así lo querías.
Sientes que a partir de algún momento formas con ella un organismo único. Se siente muy raro: tiene sus brazos, sus piernas, su opinión acerca de lo bueno y lo malo...
Si, por ejemplo, no coinciden en las opiniones polémicas, no solo no es una razón para discutir sino es una oportunidad de negociar y llegar a un acuerdo sin evitar el tema resbaloso.
Ella es tu continuación, es como el país a través del espejo que estarás explorando toda la vida.
Ella es infinita para ti. Caes en ella como ella en ti. Año tras año.
Regla № 6. No tiene secretos que oculte para dañarte.
Esto es muy importante: sus secretos, a los cuales no tienes ningún derecho, no pueden ir en contra de ti. El hecho de que se quieran no significa que no puedan tener su espacio personal.
Si existe tal intención, cualquier mensaje de texto tuyo, el contenido de tu computadora o perfil en la red social, pueden ser interpretados en contra tuya. Pero lo fundamental es que ni tú, ni ella tengan esa intención.
Si te ha sido infiel, se sentirá atormentada y al final de cuentas te lo confesará para sentirse mejor; a ti, no a su amiga. Y todo porque ella es tuya y tú de ella.
Regla № 7. Ha aceptado que están destinados a vivir toda la vida juntos y tú estás feliz por eso.
Tanto tú como ella se han armado de una paciencia interminable, la han movilizado para poder recorrer la distancia más larga del mundo.
La vida te preparará pruebas y obstáculos todo el tiempo: se descompuso el auto, se enfermó tu hijo, perdiste tu trabajo o ella perdió el suyo. Existen desgracias más serias, la muerte de los padres, por ejemplo, o simplemente un prolongado tiempo sin dinero, situaciones que a primera vista no tienen salida. Y desde el primer momento que la ves sientes la seguridad de que ella lo soportará todo a pesar de lo que sea.
Esto indica su conducta, su manera de ser. Con todo tu ser sientes que tu novia es una persona bondadosa, paciente, afinada a ti con todos sus receptores, y esto te parece todo un milagro.
Y, de hecho, así es. Es un milagro. Magia.