Cómo detectar a un psicópata

 
Cómo detectar a un psicópata

Uno puede encontrar a un Psicópata en donde menos lo espera, puede dirigir una empresa, ser docente, medico, o hasta presidente, pero no significa que sean “malos” o asesinos. Se considera psicópata a la persona que no tiene empatía con los demás, que no sienten remordimiento por sus actos, que vive bajo sus reglas, y la única culpa que sienten es cuando rompen su propio código.

Quienes padecen este trastorno ven a  las personas como cosas, objetos que sirven para satisfacer sus propios intereses. Depende del objetivo que se fije en su mente, puede lastimar o no. Al comprenden los códigos sociales, pueden adepatarse y vivir en sociedad. Pero si su objetivo es hacer daño no sentirá ningún remordimiento en hacerlo.

La mayoría de los psicópatas solo son manipuladores, no violentos, que simulan tener sentimiento para conseguir sus objetivos. Fingen sentir amor, compasión, solidaridad, ternura, amistad. Para usarlas como estrategia para llegar a su objetivo.

La psicopatía es un trastorno antisocial de la personalidad. Los psicópatas se caracterizan por tener anestesia afectiva, no sentir culpa, ser manipuladores, violentos, y a diferencia del loco, si distinguen el bien y del mal.

Se cree que en los últimos años se ha incrementado este trastorno de la personalidad (4 de cada 100 personas pueden padecerlo) debido a los factores de competencia e individualismo.

Síntomas y rasgos típicos de un psicópata:

  • Locuacidad y encanto superficial
  • Autovaloración exagerada – Arrogancia
  • Falta de culpa y de remordimiento del daño que pueden causar con sus actos
  • Manipulación ajena y utilización de la mentira y el engaño como recurso
  • Ausencia de empatia en las relaciones interpersonales
  • Problemas de conducta en la infancia
  • Conducta antisocial en la vida adulta
  • Impulsividad
  • Ausencia de autocontrol
  • Irresponsabilidad
  • Estilo de vida parásito
  • Conducta sexual promiscua
  • Falta de objetivos realistas y a largo plazo
  • Necesidad de estimulación constante y tendencia al aburrimiento.
  • Relaciones de corta duración.
  • Conductas delictivas
  • No suelen sentir miedo ni temor al ser castigados por sus actos.
  • La ausencia de ilusiones y otros signos de pensamiento irracional
  • Un egocentrismo patológico. incapacidad de amar realmente y de formar lazos.
  • Una vida sexual impersonal, trivial y mal integrada.

Los tipos de psicópatas:

Los psicópatas descontrolados:

  • Son los psicópatas que se enojan fácilmente. Por lo general son hombres con fuertes impulsos sexuales y violentos, estan dominados por este impulso durante la gran parte de su vida. También pueden tener una fuerte adicción por la droga, la cleptomanía, la pedofilia, o cualquier tipo de acto ilícito o ilegal. Les gusta y entusiasma el riesgo. Es el caso de los violadores y asesinos.

Los psicópatas carismaticos:

  • Son irresistibles, encantadores, atractivos y tienen un gran talento para mentir. Estos “talentos” los utilizan para manipular a otros. Son generalmente compradores, y poseen una capacidad hipnótica para persuadir a los demas. Los líderes de sectas o de cultos religiosos, por ejemplo, podrían ser psicópatas si conducen a sus seguidores a causar su propia muerte.

Como vemos, todos los psicópatas tienen tres características en común: son individuos muy egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa.

Se hace de amigos fácilmente, y es muy manipulador, con su habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro. A muchos psicópatas les encanta ser admirados y se regodean cuando los demás los adulan.

Tratamiento de la psicopatía

No existe un medicamento específico para este trastorno, ya que no tiene ni delirios, ni alucinaciones, ni estados de ansiedad o agresividad que lo motiven; por lo que no se pueden combatir síntomas. La forma de resolver este problema es la privación de libertad (en los casos más graves) para evita que haga daño. La mayor dificultad del tratamiento es conseguir que el psicópata quiera cambiar, ya que se trata de un comportamiento voluntario y consciente, que suele darle beneficios, por lo que difícilmente quiera cambiarlo.

Es un tratamiento complejo, ya que por ser un trastorno de la personalidad, afecta tanto al pensamiento, a los sentimientos, y al actuar, y se debe intervenir en todos los ámbitos de la persona para conseguir corregir dicho comportamiento. Se realiza un entrenamiento en el ámbito afectivo, para que aprenda a ponerse en lugar  del otro, y entienda lo que siente. También es necesario desarrollar habilidades emocionales y de empatía. Para esto es aconsejable hacer un juego de rol (role-play) para que asuma distintos papeles sociales, logrando que experimente distintas formas de relacionarse. También se pueden usar técnicas de relajación y visualización positiva que les ayudan a controlar la tensión interna que les guía hacia la búsqueda de la satisfacción de sus impulsos más inmediatos.

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