La utilidad de estos métodos de limpieza y protección consiste en fortalecer nuestros cuerpos para aumentar las vibraciones y rechazar adherencias, pero no pueden hacer lo que nosotros no proyectemos, trabajemos, o limpiemos. Si alardeamos de logros, lo normal es que nos proyecten envidias, si somos pendencieros o poco respetuosos con el entorno, recibiremos su ira o malos deseos, si, actuamos de forma intransigente con nuestros vecinos, nos miraran con “malos ojos”; si nos metemos en ambientes turbios terminaremos llenos de hollín energético, y si nos involucramos en asuntos deshonestos seremos pagados con la misma moneda. La ley de causa y efecto dice que cada uno de nuestros actos tiene una consecuencia, y eso es eternamente igual en todo y para todo. Es por eso que debemos ser cuidadosos con nosotros mismos y habremos ganado mucho. Esa es nuestra mejor protección.