La personalidad de los hijos únicos: El pequeño adulto solitario

 
La personalidad de los hijos únicos: El pequeño adulto solitario

Así como existen muchas teorías que explican la importancia del orden de nacimiento en el desarrollo de la personalidad, también existen otras que explican la personalidad de los hijos únicos.  

En los últimos años, un gran número de familias, por distintas razones, ha decidido tener solo un hijo. Por esto, es importante desmitificar algunas creencias que rondan sobre este tema.
Generalmente, se suele tener prejuicios sobre los hijos únicos, calificándolos de egoístas, mimados y complicados. Si bien algunos pueden ser de esta forma, no todos desarrollan esas características. De hecho, el mito del “hijo único” viene desde finales de la década del 1800 cuando G. Stanley Hall, conocido como el fundador de la psicología infantil, determinó que “ser un hijo único es una peste”.

Este mito se ha perpetuado desde entonces y por ello la gente, en general, califica a los hijos únicos como malcriados, agresivos, mandones, solitarios y hasta desadaptados. Pero no existe ninguna evidencia científica que compruebe estos estereotipos.

Desde aquel entonces hasta la fecha, se han hecho numerosas investigaciones, las cuales han ido estableciendo otros parámetros en el análisis. Esto ha llevado a nuevas y más exactas apreciaciones de la condición de ser hijos únicos, demostrando que éstos, si bien tienen algunas características particulares,  no son muy diferentes a los niños que tienen hermanos.

Pero lo que si existe, son los errores que suelen cometer los padres. La personalidad del hijo único depende más de cómo es criado, que del hecho de no tener hermanos, por lo que los padres deben aprender a mantener un equilibrio en la educación, para no correr el riesgo de caer en una protección excesiva que perjudique el desarrollo del niño, o impida su desenvolvimiento social.

Es importante que aprenda desde chico a convivir con otros niños, ya sean amigos de la escuela o primos y fomentar la cultura del deporte en equipo para no caer en un egocentrismo.

También hay que saber poner reglas y mantener la disciplina, ya que si los padres son, muy permisivos ello podría derivar en un descontrol total de su actitud, resultando por ello un tanto despótico o tirano con sus padres.

Las características propias de cada niño, sus habilidades sociales, su comportamiento, su personalidad, están determinadas por el ejemplo que le han transmitido sus padres y las personas con quien se rodea. Hay que tener en cuenta que el hecho de no tener hermanos, no indica que sea un niño conflictivo.

La personalidad del hijo único

Si bien su personalidad va a depender del contexto en donde se desarrolle y la crianza de sus padres, existen ciertos aspectos similares entre ellos.

Algunos estudios demuestran que los hijos únicos pueden mostrarse más ambiciosos, competitivos y conservadores. Además, tienen mejores niveles de autoestima con respecto a otros niños de su edad por haber crecido con la total  atención y apoyo de sus padres.

En rasgos generales, los hijos únicos tienden a ser:

Triunfadores 
Generalmente están altamente motivados. Se exigen mucho a sí mismos y suelen fijarse metas altas. Por lo cual, tienden a ser responsables, organizados y meticulosos para alcanzar sus metas.
El lado negativo de esto es que, al ser tan ambiciosos, sus expectativas pueden ser muy altas, lo que causa estrés en ellos y en los demás. También pueden volverse estrictos e impacientes con aquellas personas que no estén a la altura de sus estándares. Suelen ser tercos y odiar los imprevistos.

Líderes
Los hijos únicos tienen igual número de amigos que los niños que tienen hermanos. En general, las diferencias entre hijos únicos y aquellos criados con hermanos tienden a ser positivas. Por regla general, son líderes naturales y pueden llegar a ser "personas influyentes”.

Pensamiento 
Suelen tener excelentes habilidades de lenguaje, como resultado de la constante interacción con los adultos. En cuanto a su pensamiento, tienden a ser más lógicos y prácticos en la resolución de problemas. Recolectan los hechos y la información pertinente y luego analizan las cosas hasta llegar a una conclusión satisfactoria.

Lo negativo de esto es que, al tener estas habilidades, tienden a ser reacios para aceptar las ideas de los demás o a admitir que están equivocados.

Escolaridad
El nivel educativo suele ser más alto (mejores notas en los exámenes y mayores niveles de logros educativos y profesionales). Esto podría deberse por haber contado con la ventaja de tener todos los recursos financieros de sus padres para ellos solos y no ser repartido entre sus hermanos.

Lo negativo es que los padres suelen ser muy exigentes con ellos y pueden sentirse presionados constantemente, generando algún tipo de ansiedad o temor al fracaso.

Nivel intelectual
Suelen tener un buen nivel intelectual. Son más críticos y observadores, pues existe una interrelación más directa con los padres, recibiendo una atención individual y personalizada, lo que les permite desarrollar ciertas habilidades verbales y una gran destreza para discutir.

Lo negativo es que son proclives a desarrollar una madurez prematura, adelantando su desarrollo psicológico. Al haber estado rodeado de adultos sus padres olvidan que sigue siendo un niño, por lo que esperan demasiado de él.

Temperamento
El no haber tenido hermanos con quienes pelear o defenderse, impulsa a muchos hijos únicos a asumir comportamientos más tranquilos y a veces más maduros que los llevan a evitar conflictos. En ocasiones, al no tener hermanos, no aprenden a compartir, a jugar ni a socializarse con otros niños. Esto puede hacer que disminuya su madurez emocional y su grado de sociabilidad, ya que no aprenden a negociar, a discutir, a enojarse, o a desarrollar plenamente su empatía.

Perfeccionismo
Tienden a ser perfeccionistas y esperan que los otros hagan las cosas correctamente. Cuando esto no ocurre, pueden frustrarse. Este perfeccionismo puede dar lugar a que sean demasiado críticos e intolerantes consigo mismos y con los demás. Con frecuencia se suele observar una tendencia a ser procrastinadores, ya que temen que su trabajo no sea lo suficientemente bueno.

Soledad 
Al estar solos y no tener con quien jugar, desarrollan su imaginación y creatividad. Por otro lado, al no tener que competir con sus hermanos por la atención de sus padres, son menos celosos y envidiosos.
Lo negativo es que algunos pueden crear mucha dependencia de los padres o éstos de él, por lo que las separaciones normales de la vida, como ir a la escuela, dormir en casa de un amigo, ir a un campamento, etc. se vuelven sumamente difíciles tanto para los chicos como para los padres. 

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