Todo el mundo tiene que ver este video, por primera vez en mi vida, quede sin habla
Una descripción detallada e impactante acerca de las oportunidades que podemos perder en el transcurso de la vida. Sugiere la necesidad de volver a las raíces naturales de la vida, de tomar contacto sensible con lo que nos rodea, de ser sociables y comunicativos sin que medien los artefactos sino los afectos.
Una advertencia a los padres y una guía orientadora para los educadores, que deben buscar el justo y delicado equilibrio para formar las mentes en estado de indefensión ante la multiplicidad de estímulos que circulan por el ambiente cotidiano.
A modo de ejemplo, quiero relatar que esta mañana en el supermercado pude observar que un chico de 9 años le decía a su padre que no compraran tal producto porque tenía aditivos artificiales y el envase de plástico era contaminante. Me alegró la inteligencia y sensibilidad del chico; hasta que percibí que sus anteojos y la forma de caminar delataban muchas horas diarias de sedentarismo en PC y de falta de juego en la naturaleza con sus amigos.