Procrastinar: El Hábito de Dejar todo para mañana

 
Procrastinar: El Hábito de Dejar todo para mañana

¿Cuantos de nosotros hemos dejado para mañana lo que podríamos haber hecho hoy? Creo que la mayoría, de hecho es un mal que se hace cada vez más común.

La procrastinación es eso, postergar de forma sistemática las tareas que debemos hacer con mayor importancia, y que por lo general son reemplazadas por otras que nos generan mayor placer y de menor importancia.

Ya sea por haraganería, por distracción, por perfeccionismo, o por miedo. Dejamos para más adelante determinadas tareas.

En este hábito se combinan 3 factores:

  • Impulsividad: la predisposición a valorar las cosas inmediatas antes que las de largo plazo.
  • Expectativas: el grado de confianza que tenemos en alcanzar el objetivo
  • Valor: el placer que nos causa realizar una tarea.

Al mismo tiempo, el individuo que posterga sus obligaciones se autoengaña de dos maneras:

  • Sobrestimando el tiempo que tiene para realizar la tarea. La autoconfianza de pensar “me sobra el tiempo”, generando que la tarea se postergue día tras día.
  • Subestimando el tiempo que necesita para terminarla. Esto es típico de las personas que confían mucho en sus posibilidades (inteligencia, habilidad, etc).

Los días pasan y la fecha límite se acerca y es justo ahí cuando nos damos cuenta que no vamos a llegar .Todo el control y la autoconfianza desaparece. La ansiedad y el estrés se apoderan de nosotros y comenzamos a realizar la tarea de forma atropellada.

 

Dependiendo del tipo de tarea las consecuencias pueden ser o la pérdida de trabajo o la perdida de posibilidades.

Pero mas allá de esto, la angustia y preocupación de los días previos generan consecuencias tanto a nivel psíquico como físico.

Consecuencias de procrastinar:

  • Problemas gastrointestinales
  • Problemas relacionados con el sistema inmune (resfriados y gripes)
  • Estrés.
  • Ansiedad
  • Insatisfacción
  • Sentimiento de culpabilidad.
  • Pérdida de productividad.
  • Estigmatización: socialmente pude parecer perezoso, conformista y poco ambicioso

A la larga no es negocio procrastinar, porque una vez puede salir bien, pero no siempre es el caso, y si así fuera, ¿vale la pena el estrés, la ansiedad, y la preocupación previa?

Si postergamos ciertas cosas es un síntoma de perfeccionamiento, vulnerabilidad a las críticas, y el miedo al fracaso.

Tres posibles causas de la procrastinación:

  • El miedo al fracaso. Después de finalizar la tarea puede venir una crítica, el problema es cuando el individuo no esta preparado para una critica negativa. Si por alguna razón tiene en mente que lo van a criticar, lo más probable es que intente dejar el trabajo para mas adelante.
  • El miedo a ser imperfectos. Esto pasa cuando asociamos nuestro ego a nuestras tareas, entonces cualquier comentario negativo sobre la tarea será equivalente a hacerlo sobre nuestra persona. Si nosotros nos creemos perfectos, nuestras tareas deberán serlo igualmente y cualquier resultado que no sea ese será un ataque directo a nuestra propia persona. El perfeccionismo paraliza porque nunca nada será lo suficientemente bueno como para no poder mejorarse. Por lo tanto, procrastinamos para no someter al juicio de nadie nuestro trabajo.
  • Expectativas a largo plazo imposibles.  La proyección de futuro, aún siendo positiva, puede aniquilar cualquier intento de iniciar nada en el presente.

Hay que tener en cuenta que el temor a realizar una tarea consume más tiempo y energía que la tarea en si.

La evasión de la obligación aumenta la preocupación y el sentimiento de culpa, esto genera una mala disposición para disfrutar del tiempo libre.

Se puede revertir con cambios mínimos como:

  • Minimiza distracciones (internet, celular)
  • Poner fechas límite 
  • Enfocarse: Elaborar listas de tareas que hay que hacer, con una estimación del tiempo necesario para terminarlos.
  • No ponerse excusas como “bajo presión trabajo mejor”
  • Identificar las prioridades.
  • Reservar tiempo para los imprevistos.
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