¿Qué tipo de inteligencia tienes? Las inteligencias múltiples

La inteligencia no es algo innato y fijo, como se pensaba, por el contrario, es una capacidad que se puede desarrollar, siempre y cuando tenga un ambiente que acompañe e impulse su desarrollo.

La teoría de las inteligencias múltiples desarrollada por Howard Gardner señala que cada persona tiene, por lo menos, un tipo de inteligencia, con la capacidad de desarrollarla.

Siempre se pensó que era inteligente quien brillaba en el ámbito intelectual, pero tal vez solo es bueno y brillante para eso, ya que no puede establecer vínculos sociales; por ejemplo, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios y/o en su vida personal.

Triunfar en los negocios, en los deportes, en lo académico, etc, requiere ser inteligente, pero cada uno utiliza un tipo de inteligencia distinta, ni mejor ni pero, solo distinta. Ni Messi es más inteligente que Einstein, ni viceversa, ambos son brillantes en su ámbito ya que usan inteligencias distintas.

Tipos de inteligencias: 

• La inteligencia lingüística-verbal: es la capacidad de emplear de manera eficaz las palabras, manipulando la estructura o sintaxis del lenguaje, la fonética, la semántica, y sus dimensiones prácticas. Está en los niños a los que les encanta redactar historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con facilidad otros idiomas.
• La inteligencia física-cinestésica: es la habilidad para usar el propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos, y sus particularidades de coordinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad, así como propioceptivas y táctiles. Se la aprecia en los niños que se destacan en actividades deportivas, danza, expresión corporal y/o en trabajos de construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en aquellos que son hábiles en la ejecución de instrumentos.
• La inteligencia lógica-matemática: es la capacidad de manejar números, relaciones y patrones lógicos de manera eficaz, así como otras funciones y abstracciones de este tipo. Los niños que la han desarrollado analizan con facilidad planteamientos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
• La inteligencia espacial: es la habilidad de apreciar con certeza la imagen visual y espacial, de representarse gráficamente las ideas, y de sensibilizar el color, la línea, la forma, la figura, el espacio y sus interrelaciones. Está en los niños que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy bien planos y croquis.
• La inteligencia musical: es la capacidad de percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos musicales. Los niños que la evidencian se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente.
• La inteligencia interpersonal: es la posibilidad de distinguir y percibir los estados emocionales y signos interpersonales de los demás, y responder de manera efectiva a dichas acciones de forma práctica (empatía).La tienen los niños que disfrutan trabajando en grupo, que son convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden al compañero.
• La inteligencia intrapersonal: es la habilidad de la autoinstrospección, y de actuar consecuentemente sobre la base de este conocimiento, de tener una autoimagen acertada, y capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio. La evidencian los niños que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus pares.
• La inteligencia naturalista: es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno. Se da en los niños que aman los animales, las plantas; que reconocen y les gusta investigar características del mundo natural y del hecho por el hombre.

Como vemos, la inteligencia no se limita a la capacidad de razonamiento lógico o a la manipulación de palabras o números, sino que constituye la habilidad para resolver problemas y elaborar productos valiosos. La investigación cognitiva demuestra que los estudiantes poseen diferentes habilidades para aprender, recordar, actuar y comprender. Estas habilidades pueden desarrollarse y mejorarse a través de la práctica y el aprendizaje.

Los programas de enseñanza actual se limitan en la inteligencia lingüística y matemática, dejando las otras de lado. Por lo cual muchos alumnos que no se destacan en estas inteligencias, llegan a pensar que son unos fracasados, cuando en realidad lo están limitando y suprimiendo la posibilidad de desarrollar su verdadero talento.

Existen dos tipos de experiencias externas que son de suma importancia en el desarrollo de una inteligencia:

• Las Experiencias Cristalizantes: hechos en la historia personal claves para el desarrollo del talento y de las habilidades en las personas. Se producen, por lo general, en la primera infancia, son experiencias que encienden la chispa de una inteligencia próxima a desarrollar.
• Las Experiencias Paralizantes: Son aquellas que bloquean el desarrollo de una inteligencia.  Por ejemplo, un mal profesor que descalifica el trabajo de un alumno, humillándolo con su comentario frente al resto del grupo. Este tipo de experiencias están llenas de emociones negativas, capaces de frenar el desarrollo de una inteligencia.  Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa y odio, pueden paralizar el crecimiento intelectual.
   

El sistema escolar debe tener en cuenta esto y observar a sus estudiantes para proporcionar un ambiente indicado para el desarrollo de sus inteligencias.  Debe existir una diversidad de estrategias didácticas que tomen en cuenta las diferentes posibilidades de adquisición del conocimiento que tiene el niño. Y si el alumno no comprende a través de la inteligencia que se elige para informarle, consideran que existen por lo menos siete diferentes caminos más para intentarlo.