Los malos hábitos de los padres se heredan
La dependencia del tabaco o el alcohol, una vida sedentaria y una mala alimentación pertenecen a lo que llamamos ‘estilos de vida’, un factor que parece ser cada vez más importante para determinar la salud y la esperanza de vida de la prole, más allá de los genes, que durante años han sido considerados los únicos dueños de nuestros destinos.