7 tipos de orgasmos con técnicas, consejos y trucos para que puedas experimentarlos sola o en pareja.
Primero se hablo del orgasmo vaginal, luego del clítoris y del punto G. Fue entonces cuando descubrieron que las mujeres podían alcanzar altas dosis de placer tantas veces como quisieran en una misma relación sexual.
Si bien el sexo es uno de los mayores placeres para el ser humano, las caricias, los besos y los roces son también fundamentales para generar placer, por lo que no deberían evitarse al tener una relación sexual.
Dentro de las relaciones sexuales, el sexo oral es una de las mejores formas de comenzar a estimular las zonas erógenas de la pareja y muchas veces puede reemplazar las relaciones sexuales con penetración. Pero, en el momento de la eyaculación masculina, a muchas mujeres se les puede presentar el dilema: “tragar o no tragar”, ya que el semen puede tener un gusto desagradable y, por lo tanto, no disfrutan al hacerlo.
Si bien es importante cuidar la higiene íntima, muchas veces esto no basta para que el sabor u olor del semen sea agradable.
Muchos hombres aún se resisten a la idea de descubrir y estimular la “zona prohibida”. Aunque la apertura mental de los últimos años ha cambiado la forma de ver a este punto como algo de poco “macho”, muchos se niegan categóricamente a la exploración de su punto G.
Si bien los dedos son una herramienta muy efectiva para la estimulación del clítoris tienen sus limitaciones: la dureza de los huesos y las uñas (que siempre presentan algún filo). Debido a la sensibilidad del clítoris, el elemento natural mejor dotado de la anatomía humana es la lengua.
La práctica del sexo oral (cunnilingus o fellatio) se ha convertido en los últimos años en una de las prácticas más populares y habitual, mayormente en los jóvenes. Esta estimulación, si bien puede resultar sumamente placentera y excitante, es conveniente tener ciertos cuidados al hacerlo, ya que puede ser un importante factor de riesgo e infecciones, ya que en la boca o encías pueden haber lesiones, cortes o heridas que facilitan la entrada de virus y bacterias.
La práctica del sexo oral (cunnilingus o fellatio) se ha convertido en los últimos años en una de las prácticas más populares y habitual, mayormente en los jóvenes. Esta estimulación, si bien puede resultar sumamente placentera y excitante, es conveniente tener ciertos cuidados al hacerlo, ya que puede ser un importante factor de riesgo e infecciones, ya que en la boca o encías pueden haber lesiones, cortes o heridas que facilitan la entrada de virus y bacterias.
Si bien el sexo oral es menos riesgoso que el vaginal o anal, no está exento de peligros. También es posible contraer otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el HIV, el HPV, la sífilis, el herpes y la gonorrea si se práctica sin protección.